Brian Tracy, en su seminario Fénix, cuenta que un joven que venía de familia humilde, sin confianza en si mismo, fue convencido por una adivina, de que era la reencarnación de Napoleón Bonaparte.
Este joven lo creyó, fue a la biblioteca y empezó a leer todo lo que se había escrito sobre él: biografías, libros de historia…lo aprendió todo sobre él.
Tras este estudio exhaustivo, empezó a caminar, hablar y pensar como Napoleón. Comenzó a actuar con valor y confianza frente a la incertidumbre, ha planificar y crear estrategias…todo como lo hubiese hecho Napoleón.
Con el tiempo se convenció de que él, una persona tímida e introvertida era realmente la reencarnación de Napoleón Bonaparte.
Su carrera mejoró, lo promovieron, ganó mas dinero, hablaba con mas confianza…y cuando descubrió que lo habían engañado y no era realmente la reencarnación de Napoleón, se había convertido en un hombre de negocios.
Dice Brian Tracy que esta historia es totalmente verídica, que realmente sucedió. No se si es así, pero nos sirve como punto de partida para abrir la mente y entender que es posible cambiar la autoimagen que tenemos de nosotros mismos.
Una de las herramientas para cambiar esta imagen que tenemos grabada en el subconsciente de lo que creemos que somos y de lo que somos capaces de alcanzar, es la visualización.
Hola soy Bea y esta es mi newsletter donde comparto cosas que voy aprendiendo y sobre las que reflexiono. Espero que lo disfrutes ¡Bienvenido!
Me gusta la sencillez de la definición de Brian Tracy sobre visualización: «Visualizar supone crear imágenes mentales claras».
El subconsciente se activa por imágenes mentales combinadas con emoción (esta ultima parte es importante).
Lo bueno del subconsciente es que no es capaz de distinguir lo que es real de lo que es creación tuya. Esta es una de las razones por las que la visualización es tan efectiva.
Esta imagen combinada con emociones intensas y positivas, hace que la proyección de nosotros mismos sea visto por nuestro cerebro como algo posible y beneficioso y, por lo tanto, se esforzará en lograrlo.
Es importante entender que la visualización sin ejecución, no es nada. La acción genera la emoción. Y como hemos dicho antes, una parte muy importante de la visualización es combinarla con emociones.
Lo normal es que, de primeras, no estemos motivados ni seamos demasiado positivos a la hora de embarcarnos en un nuevo objetivo a conseguir. Solemos ser mas bien pesimistas.
Lo importante es empezar, este comienzo hace que la autoestima suba y que las emociones comiencen a generarse, lo que ayudará a visualizar con mucha más fuerza y resultados.
¿Cómo te gustaría ser?
El ideal propio es un modelo a seguir interno para ti. Es una mezcla de todas aquellas personas a las que admiras. Aunque no lo sepas conscientemente, tienes una tendencia inconsciente de ser mas como ellos.
El problema es que la distancia entre como te ves y como quieres ser marca tu autoestima. Cuanto mas cerca ves la distancia entre cómo te ves y lo que querrías ser, más autoestima tendrás, y viceversa.
Los deportistas de élite utilizan la visualización para prepararse mentalmente para sus competiciones. Empiezan desde mucho antes de la competición.
Comienzan visualizando el entrenamiento, continúan con todo el proceso de preparación, hasta la misma competición. Visualizan cada una de las cosas que realizaran desde el entrenamiento hasta que llegan a la meta. Es un trabajo que requiere mucho tiempo.
Lo que consiguen con esto es que el cuerpo y la mente puedan ejecutarlo de una forma mucho más eficiente y rápida, ya lo ha hecho.
Ya han corrido esa parte de la carrera, ya han dado ese golpe a la bola en el campo de golf, ya han lanzado esa canasta…el subconsciente ya ha hecho todo eso en la cabeza de esos deportistas y sabe cómo se ha sentido y aún más poderoso, sabe que lo ha conseguido.
El golfista estadounidense Jack Niklaus afirmaba que un buen golpe en el golf era el resultado de la combinación de un 10% de impulso, un 40% de posición corporal correcta y un 50% de imagen mental acerca de cómo debe darse a la pelota, de visualización.
No se si querrás parecerte a Napoleón Bonaparte, pero si es lo que quieres, lo visualizas, si ves claros como serían cada uno de sus pensamientos, de sus acciones, de sus sueños… Todos podemos ser Napoleón.
Feliz domingo,
Bea.